El reciclaje en España enfrenta un momento decisivo. Con la fecha límite del 31 de octubre de 2024 acercándose, el debate sobre la implementación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) se ha intensificado. Este sistema, exitoso en varios países europeos, ha demostrado ser efectivo para mejorar las tasas de reciclaje de envases, especialmente de plástico, vidrio y latas, al incentivar a los consumidores a devolver estos materiales en lugar de desecharlos. Sin embargo, en España, la adopción de este sistema no ha sido fácil y ha estado marcada por desacuerdos, posturas enfrentadas y cuestionamientos sobre los datos de reciclaje actuales.
¿Qué es el SDDR?
El Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) es una estrategia de recuperación de envases en la que el consumidor paga una pequeña fianza al adquirir un producto envasado. Este depósito es reembolsado cuando el envase es devuelto, incentivando así su recogida y posterior reciclaje. A diferencia del modelo tradicional de reciclaje en el que los envases son depositados en contenedores específicos, el SDDR promueve la participación activa del consumidor en el ciclo de vida del envase, lo cual se ha demostrado fundamental para alcanzar altas tasas de recuperación.
En Europa, el SDDR ha sido adoptado por países como Alemania, Noruega y Suecia, quienes han superado el 90% de reciclaje de botellas de plástico y otros envases de bebidas. De hecho, se espera que para 2025 el SDDR sea obligatorio en 19 países de la Unión Europea. Sin embargo, en España, la resistencia al sistema se ha mantenido principalmente debido a la postura de Ecoembes, la entidad encargada de la gestión de reciclaje en el país.
El Rol de Ecoembes y el Sistema SCRAP
Actualmente, España utiliza el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), conocido comúnmente como el sistema de contenedores de colores. Ecoembes, la organización encargada de gestionar este sistema, defiende que el SCRAP es más adecuado para el país, ya que abarca una variedad de residuos más amplia que el SDDR, incluyendo briks, bandejas y envoltorios. Según Ecoembes, el SDDR se centra exclusivamente en envases de bebidas, lo que limitaría su efectividad en términos de reciclaje integral.
Ecoembes también sostiene que el modelo de contenedores de colores ha demostrado ser eficaz para alcanzar los objetivos de reciclaje. La organización afirma que el sistema actual ha permitido que el reciclaje de botellas de plástico en España alcance un 71%. No obstante, estas cifras han sido objeto de críticas, especialmente por parte de organizaciones ecologistas y auditorías independientes que cuestionan la veracidad de estos datos.
Críticas y Controversias: ¿Son los Datos de Ecoembes Reales?
Uno de los puntos más polémicos en el debate sobre el SDDR en España es la transparencia de los datos de reciclaje. Mientras que Ecoembes reporta altas tasas de reciclaje, entidades como Greenpeace y la consultora Eunomia señalan que los datos proporcionados por Ecoembes no reflejan la realidad del reciclaje en el país. Según un estudio de Eunomia encargado por organizaciones ecologistas, en 2021 solo el 36% de las botellas de plástico se recogieron de manera separada, muy por debajo del 71% reportado por Ecoembes.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también ha manifestado sus dudas sobre la eficacia del sistema actual. Un estudio de 2020 realizado por la OCU reveló que muchos envases, especialmente los de materiales mixtos como los tetrabriks, no son reciclados de forma adecuada y terminan en vertederos. Ante estas cifras, la OCU ha instado al Ministerio de Transición Ecológica a implementar el SDDR, argumentando que los incentivos económicos al retorno de envases podrían impulsar un cambio positivo en el comportamiento de los consumidores y, en última instancia, mejorar las tasas de reciclaje en España.
Las Exigencias de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados
La Ley 7/22 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, aprobada en 2022, introdujo nuevas metas de recogida selectiva en España. La legislación establece que para 2025 el 77% de las botellas de bebidas de plástico de hasta tres litros deben ser recogidas, y el objetivo aumentará al 90% en 2029. Además, la ley incluye objetivos intermedios del 70% para 2023 y del 85% para 2027. Si no se alcanzan estas metas, la ley establece que el SDDR deberá implementarse obligatoriamente en todo el país en un plazo de dos años.
A medida que se acerca el plazo del 31 de octubre, el Ministerio de Transición Ecológica debe revisar los datos de reciclaje de 2023. Si se determina que no se han cumplido los objetivos de reciclaje, el gobierno estará obligado a poner en marcha el SDDR en un plazo máximo de dos años, lo cual podría cambiar radicalmente el modelo de reciclaje en España.
La Postura de Alianza Verde y las Críticas al Gobierno
En este contexto, el partido ecologista Alianza Verde, encabezado por Juantxo López de Uralde, ha intensificado su presión sobre el gobierno. A través de una serie de preguntas registradas en el Congreso, la formación ecologista ha solicitado que el gobierno acelere la implementación del SDDR antes del 31 de octubre, señalando que la Ley de Residuos exige que se tomen medidas si no se alcanzan las tasas de recogida.
Según datos de Zero Waste y la Alianza Residuo Cero, en 2021 solo se recogió el 36% de las botellas de plástico en España, una cifra muy por debajo del 70% establecido por la ley para 2023. Además, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha señalado en un informe reciente que el país no está cumpliendo con los objetivos europeos de gestión de residuos y que existe una falta de transparencia en los datos de reciclaje.
López de Uralde ha criticado la postura del Ministerio de Transición Ecológica y su aparente apoyo a Ecoembes, afirmando que “el monopolio Ecoembes lleva años aportando datos erróneos para impedir la puesta en marcha del SDDR en España”. Según el coordinador de Alianza Verde, es necesario que el gobierno actúe con firmeza y garantice el cumplimiento de los objetivos de reciclaje a través de la implementación del SDDR, un sistema que ya ha demostrado su efectividad en otros países europeos.
La Defensa de Ecoembes y el Modelo Actual de Contenedores
A pesar de las críticas, Ecoembes continúa defendiendo el modelo SCRAP y argumenta que el sistema de contenedores de colores es más integral, ya que permite la recolección de una mayor variedad de materiales y no se limita a botellas y latas de bebidas. La organización ha lanzado la iniciativa RECICLOS, que introduce incentivos adicionales para animar a los ciudadanos a utilizar el contenedor amarillo. Ecoembes sostiene que RECICLOS y otras mejoras tecnológicas harán que el sistema actual sea suficiente para alcanzar los objetivos de la legislación europea.
Ecoembes también ha destacado que el contenedor amarillo es una herramienta reconocida por los ciudadanos y que su eliminación podría generar confusión y disminuir la participación en el reciclaje. La entidad sostiene que, mediante un reciclaje de participación voluntaria, es posible cumplir con los objetivos de la ley, y enfatiza que la buena evolución de los últimos años justifica la continuación del sistema actual.
Perspectivas Futuras: ¿Será el SDDR una Realidad en España?
El 31 de octubre se ha convertido en una fecha clave para el futuro del reciclaje en España. Si el Ministerio para la Transición Ecológica determina que los objetivos de 2023 no se han alcanzado, el gobierno estará obligado a implementar el SDDR en los próximos dos años. Esto podría marcar el fin del modelo actual de reciclaje basado en el sistema de contenedores y abrir una nueva etapa en la gestión de residuos en España.
El SDDR ha demostrado su éxito en otros países europeos, y muchos expertos consideran que su implementación en España podría ayudar a mejorar las tasas de reciclaje y reducir el impacto ambiental de los residuos plásticos. No obstante, la resistencia de Ecoembes y la falta de transparencia en los datos de reciclaje plantean un obstáculo significativo.
En conclusión, la controversia en torno al SDDR refleja un conflicto más amplio entre las organizaciones que buscan mejorar las tasas de reciclaje y aquellas que defienden el sistema actual. Mientras que el gobierno revisa los datos de reciclaje y evalúa las implicaciones de la Ley de Residuos, el futuro del reciclaje en España sigue siendo incierto. El resultado de esta revisión podría determinar si el país adopta un modelo de reciclaje más eficiente y sostenible o si continúa confiando en un sistema que, según muchos, ha demostrado ser insuficiente.